Dirección: C. la Llanilla, 102, 39012 Santander, Cantabria
Colegio Verdemar (Santander)
Opiniones de Colegio Verdemar
Marta H.G. - 5 estrellas.
'Verdemar ha sido durante 17 años, parte de nuestra vida diaria. Nuestros 2 hijos han sido FELICES en este colegio. Desde 1º de infantil hasta 4º ESO. Su metodología, su forma de enseñar, han sido un complemento perfecto para el aprendizaje. No quiere decir que haya cosas que por supuesto se pueden mejorar, pero el conjunto de todo ha contribuido a formarles en algo más que académicamente. Gracias por todo lo bueno y lo menos bueno, porque de todo y con todo se aprende. Hasta siempre!!'
'Verdemar ha sido durante 17 años, parte de nuestra vida diaria. Nuestros 2 hijos han sido FELICES en este colegio. Desde 1º de infantil hasta 4º ESO. Su metodología, su forma de enseñar, han sido un complemento perfecto para el aprendizaje. No quiere decir que haya cosas que por supuesto se pueden mejorar, pero el conjunto de todo ha contribuido a formarles en algo más que académicamente. Gracias por todo lo bueno y lo menos bueno, porque de todo y con todo se aprende. Hasta siempre!!'
Emma Swan - 1 estrellas.
'Hace 9 años que me fui de este colegio. Estuve desde 1° de infantil hasta 1° de la ESO, cuando no aguanté más y me fui. No tengo palabras para describir lo que viví allí, y eso que ahora estoy fuerte y soy capaz de escribir esto para poner en sobre aviso a todos los que estén considerando traer a sus peques aquí. Estuve todos mis años del Verdemar rodeada de prácticamente los mismos compañeros. En infantil obviamente éramos todos amigos, pero en primaria esto empezó a cambiar y acabaron haciéndome la vida imposible, hasta el punto de tirarme por las escaleras, romperme dos o tres mochilas (de metal, de las que van con carrito) en medio de clase delante de la profesora, petarme el móvil a mensajes, etc. Recuerdo que en 4°-5° de primaria nos dieron una charla sobre el bullying y yo, inocente de mí, después de la clase me acerqué a la profesora (que recuerdo perfectamente, Maije) y le comenté que me sentía muy identificada, exponiéndole la situación. A continuación, esta mujer me dijo que no me preocupara, que eran cosas de niños y que seguro que al día siguiente se me olvidaría. Obviamente no volví a pedir ayuda. Las cosas fueron empeorando, y para 1° de la ESO yo ya estaba que no estaba. Ese año tuve que llevar una mochila con un carrito de metal por problemas de espalda. Tuve que comprarme hasta 3 unidades de esta (ante el asombro del vendedor, pues afirmaba que era casi imposible romperlas) ya que mis compañeros se dedicaban a, en mitad de clase, saltar sobre ella hasta romperla o tirarla por las escaleras. Un día, cuando esto pasaba y mientras yo lloraba de la ansiedad, la profesora (Ainara, creo que ya no sigue en el centro) me sacó, me situó en una esquina, y me dijo que tenía que intentar parecerme más a mis compañeros, ser menos rara y más normal. Además, esto se juntó con una situación de violencia de género y violencia vicaria en mi casa, de la que todo el colegio (incluido el director de aquel entonces) era conocedor. En ningún momento se nos tendió la mano, sino que se miró hacia otro lado. Mi progenitor venía mucho al colegio a quejarse, desgraciadamente (es lo que tienen los maltratadores y abusadores, que te quieren hacer la vida imposible) y la solución de Katxi (ya siento mencionarle habiendo él fallecido, pero creo que es importante) fue invitarnos a dejar el colegio. Y luego hay que ver que el 25N hacen actos contra la Violencia de Género... También se les llena la boca al hablar de la paz y la dignidad humana. Todo propaganda. Mi madre también fue a hablar con él en varias ocasiones porque sabía que algo no iba bien en clase y le dijo, en reiteradas ocasiones, que todo iba bien con mis compañeros cuando todo el mundo sabía que no era así. Mi hermana, que también iba a este colegio, fue atacada por un compañero de ambas, el último curso que nos quedamos en el centro. La dejó llena de moratones de arriba a abajo. La solución del centro fue sentarla junto con su agresor en el comedor. Parte del profesorado sigue siendo el mismo, y es una pena. Solo se salva alguna profesora de infantil que sigue ahí. Una pena mirar hacia atrás y ver fotos y vídeos de tu antiguo colegio y sentir tristeza, en vez de melancolía En cuanto al aspecto académico, no sé cómo será ahora (tengo entendido que ha incluso empeorado) pero nunca dábamos materia en condiciones, y yo noté diferencia cuando salí del centro. Tuve que acostumbrarme a cosas a las que no estaba acostumbrada y en muchos sentidos me sentía de otro planeta. Es cierto que yo me inclino más por enseñanzas alternativas que conecten con el juego y la experimentación, pero según mi experiencia creo que, aunque la metodología de este colegio queda muy bonita en papel, luego en la práctica es inviable según te vas acercando a la ESO.'
'Hace 9 años que me fui de este colegio. Estuve desde 1° de infantil hasta 1° de la ESO, cuando no aguanté más y me fui. No tengo palabras para describir lo que viví allí, y eso que ahora estoy fuerte y soy capaz de escribir esto para poner en sobre aviso a todos los que estén considerando traer a sus peques aquí. Estuve todos mis años del Verdemar rodeada de prácticamente los mismos compañeros. En infantil obviamente éramos todos amigos, pero en primaria esto empezó a cambiar y acabaron haciéndome la vida imposible, hasta el punto de tirarme por las escaleras, romperme dos o tres mochilas (de metal, de las que van con carrito) en medio de clase delante de la profesora, petarme el móvil a mensajes, etc. Recuerdo que en 4°-5° de primaria nos dieron una charla sobre el bullying y yo, inocente de mí, después de la clase me acerqué a la profesora (que recuerdo perfectamente, Maije) y le comenté que me sentía muy identificada, exponiéndole la situación. A continuación, esta mujer me dijo que no me preocupara, que eran cosas de niños y que seguro que al día siguiente se me olvidaría. Obviamente no volví a pedir ayuda. Las cosas fueron empeorando, y para 1° de la ESO yo ya estaba que no estaba. Ese año tuve que llevar una mochila con un carrito de metal por problemas de espalda. Tuve que comprarme hasta 3 unidades de esta (ante el asombro del vendedor, pues afirmaba que era casi imposible romperlas) ya que mis compañeros se dedicaban a, en mitad de clase, saltar sobre ella hasta romperla o tirarla por las escaleras. Un día, cuando esto pasaba y mientras yo lloraba de la ansiedad, la profesora (Ainara, creo que ya no sigue en el centro) me sacó, me situó en una esquina, y me dijo que tenía que intentar parecerme más a mis compañeros, ser menos rara y más normal. Además, esto se juntó con una situación de violencia de género y violencia vicaria en mi casa, de la que todo el colegio (incluido el director de aquel entonces) era conocedor. En ningún momento se nos tendió la mano, sino que se miró hacia otro lado. Mi progenitor venía mucho al colegio a quejarse, desgraciadamente (es lo que tienen los maltratadores y abusadores, que te quieren hacer la vida imposible) y la solución de Katxi (ya siento mencionarle habiendo él fallecido, pero creo que es importante) fue invitarnos a dejar el colegio. Y luego hay que ver que el 25N hacen actos contra la Violencia de Género... También se les llena la boca al hablar de la paz y la dignidad humana. Todo propaganda. Mi madre también fue a hablar con él en varias ocasiones porque sabía que algo no iba bien en clase y le dijo, en reiteradas ocasiones, que todo iba bien con mis compañeros cuando todo el mundo sabía que no era así. Mi hermana, que también iba a este colegio, fue atacada por un compañero de ambas, el último curso que nos quedamos en el centro. La dejó llena de moratones de arriba a abajo. La solución del centro fue sentarla junto con su agresor en el comedor. Parte del profesorado sigue siendo el mismo, y es una pena. Solo se salva alguna profesora de infantil que sigue ahí. Una pena mirar hacia atrás y ver fotos y vídeos de tu antiguo colegio y sentir tristeza, en vez de melancolía En cuanto al aspecto académico, no sé cómo será ahora (tengo entendido que ha incluso empeorado) pero nunca dábamos materia en condiciones, y yo noté diferencia cuando salí del centro. Tuve que acostumbrarme a cosas a las que no estaba acostumbrada y en muchos sentidos me sentía de otro planeta. Es cierto que yo me inclino más por enseñanzas alternativas que conecten con el juego y la experimentación, pero según mi experiencia creo que, aunque la metodología de este colegio queda muy bonita en papel, luego en la práctica es inviable según te vas acercando a la ESO.'
Carmen Chamorro - 5 estrellas.
'Mi familia y yo estamos super agradecidos al cole. Es un cole único. Para mis hijas el cole es casa y por tanto su familia. La educación es algo más que aprender conocimientos. Hay que ser personas y en el cole se consigue.'
'Mi familia y yo estamos super agradecidos al cole. Es un cole único. Para mis hijas el cole es casa y por tanto su familia. La educación es algo más que aprender conocimientos. Hay que ser personas y en el cole se consigue.'
